-1 clara de huevo
-250 gr azúcar glas
Bate un poco la clara y ve incorporando poco a poco el azúcar.
Se te irá formando una masa blanca, que estará lista cuando al levantar
el tenedor te caiga un hilo que deje dibujo en el resto de la masa por
un segundo (más o menos). Divide la glasa en tantas partes como colores
necesites, ten en cuenta que para el que uses de base has de tener más
cantidad.
Necesitamos
dos tipos de consistencia para la masa: una más ligera (para la base
del dibujo, que en la foto es blanco) y otra más espesa (para los
dibujos, en la foto rojos y amarillos). Para espesar la glasa has de
añadir más azucar, y para hacerla más ligera añade agua GOTA A GOTA.
Hay varias formas de decorar: primero delineamos con glasa espesa, y cuando esté seca rellenamos con glasa más líquida (añadiendo agua); o extendiendo la masa sobre la galleta (consistencia media) y cuando esté seca delinear encima. Ésta seguda opción es la que yo gasto.
Hay varias formas de decorar: primero delineamos con glasa espesa, y cuando esté seca rellenamos con glasa más líquida (añadiendo agua); o extendiendo la masa sobre la galleta (consistencia media) y cuando esté seca delinear encima. Ésta seguda opción es la que yo gasto.
¿Cómo
dibujamos o delineamos? Puedes poner la glasa en una bolsa pequeña y hacerle un
agujerito a una esquina para usarla de langa pastelera, o hacer un
cucurucho con papel de hornear, o usar una jeringuilla, o una botellita
con tapón en forma de punta, o .... o lo que se te ocurra que deje salir
la glasa como si fuera un lápiz.
La glasa que te sobre puedes guardarla en la nevera bien tapada, y cuando la necesites sólo calientala y remueve.
Ah, si has terminado de hacer la glasa y vas a tardar un poco en usarla, cubre con un paño húmedo el cuenco donde la tengas. Con esto evitarás que se te haga una costra seca en la superficie.
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